Dimensiones: Anchura correas 52 mm.
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¡Asombrados!, así nos hemos quedado
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Nos hemos topado con el regalo de unas guarniciones, unos arreos, unas bridas, llámnelo como quieran, datada entre 1623 y 1625 (casi 400 años atrás, del S. XVII) y con una conservación espectacular, que Gabriel Bethlen de Iktár, príncipe de Siebenbürgen le hizo al rey Gustavo II Adolfo de Suecia, rey militar vendedor en la batalla de los Treinta Años.
Siempre hemos creido en el origen oriental de este tipo de adornos en las frontaleras por lo que hemos podido ver en grabados, pinturas y relatos. Pero este regalo es de un conde húngaro a un rey protestante. Da que pensar
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De hecho, creemos que estas bridas pertenecían a algún sultán o jefe militar del imperio otomano que cayó en alguna de las batallas de enfrentamiento contra los húngaros.
De lo que no tenemos dudas es de la semejanza de este adorno, y como ha podido evolucionar hasta los mosqueros que utilizamos hoy en nuestra doma vaquera.